El primer torneo fue en la temporada 1928/1929, proclamándose vencedor el F. C. Barcelona. Para determinar qué equipos formarían parte del campeonato, se determinó invitar a los seis campeones (Athletic Club, Arenas Club de Guecho, Real Madrid C. F., Real Sociedad de Fútbol, F. C. Barcelona y Real Unión Club) y tres subcampeones (R. C. D. Español, Club Atlético de Madrid y C. E. Europa) que había tenido hasta entonces el denominado Campeonato de España. El décimo equipo (Real Racing Club de Santander) salió del primer torneo clasificatorio de la historia de la Liga.
El primer torneo fue en la temporada 1928/1929, proclamándose vencedor el F. C. Barcelona. Para determinar qué equipos formarían parte del campeonato, se determinó invitar a los seis campeones (Athletic Club, Arenas Club de Guecho, Real Madrid C. F., Real Sociedad de Fútbol, F. C. Barcelona y Real Unión Club) y tres subcampeones (R. C. D. Español, Club Atlético de Madrid y C. E. Europa) que había tenido hasta entonces el denominado Campeonato de España. El décimo equipo (Real Racing Club de Santander) salió del primer torneo clasificatorio de la historia de la Liga.
En la temporada 1934/35 se amplió por primera vez el número de equipos, pasando a disputarse con doce. La competición fue suspendida por la Guerra Civil Española en 1936 y se reanudó al terminar ésta con los mismos equipos que estaban presentes antes de la interrupción.
Hasta la temporada 1984/85 la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se encargaba de la organización del torneo. A partir de entonces, la competición fue organizada por la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LFP), organismo independiente que se formó por iniciativa de los propios clubes tras desavenencias con la RFEF en cuanto a la gestión de la profesionalización y el reparto económico de los beneficios de la Liga.
En la temporada 1986/87 se probó, sin éxito, el sistema de play-off. Una vez acabada la liga regular, se dividió a los entonces 18 clubes participantes en tres grupos de seis equipos. Por este motivo, esa campaña fue la más larga de la historia, con 44 jornadas (34 de Liga y 10 de play-off). Un único equipo descendió y ascendieron tres, por lo que al año siguiente comenzó la Liga de 20 equipos, idéntica a la actual.
En el verano de 1995 la LFP decidió excluir de sus competiciones para la temporada 1995/96 al R. C. Celta de Vigo y al Sevilla F. C. (relegándolos, de ese modo, a Segunda División B) por distintos defectos en la documentación de su inscripción, al día siguiente de cumplirse el plazo para su entrega. Simultáneamente, el Real Valladolid C. F. y el Albacete Balompié, dos equipos descendidos a Segunda División a la conclusión del campeonato anterior, fueron invitados por la LFP a ocupar las plazas de Celta y Sevilla, apresurándose a formalizar su inscripción.
Los dos clubes afectados presentaron sendos recursos amparándose en la Ley General de la Administración y del Procedimiento Administrativo Común, considerando que la LFP había vulnerado el derecho de ambas entidades a subsanar, una vez notificadas, las deficiencias documentales de un expediente entregado en plazo. Por su parte, el Valladolid y el Albacete también presentaron sus alegaciones al Consejo Superior de Deportes (CSD), al considerar inaplicable la Ley de Procedimiento Administrativo por tratarse la LFP y la RFEF de entidades privadas, demandando así que se reconociese su categoría una vez aceptada la invitación recibida y formalizada la inscripción conforme les había sido requerida.10
Paralelamente, y como medida de presión, hubo importantes movilizaciones por parte de los hinchas de los clubes implicados11 12 e, incluso, desde el CSD se denunciaron presiones políticas.13
Inhibidos el CSD y la Real Federación Española, la decisión final quedó a criterio del pleno de la Asamblea de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, que se reunió en una sesión televisada en directo. Mantener la exclusión de Celta y Sevilla significaba el riesgo de una paralización judicial de las competiciones y la amenaza cierta de indemnizaciones millonarias a clubes implicados, patrocinadores y socios comerciales (televisión); riesgos similares se vislumbraban si los excluidos fueran Valladolid y Albacete quienes, complementando los trámites tras la invitación recibida, argumentaban haber adquirido el derecho a participar en la máxima categoría. Tras la cruda intervención del presidente de la S. D. Compostela, José María Caneda, que sacó a relucir la torpeza de la propia LFP, se logró por aclamación la conformidad de la Asamblea con una solución de compromiso que consistió en incrementar en dos el número de equipos participantes en el torneo liguero, prolongándose hasta las 42 jornadas durante las dos temporadas siguientes. La solución implicaba modificar el número de ascensos y descensos a partir de la temporada 1996/97, en la que descendieron cuatro equipos, ascendiendo tan sólo dos, y jugando el tercer clasificado de Segunda contra el quinto peor de Primera la promoción, e indemnizándose económicamente al cuarto clasificado de Segunda por privarle de la posibilidad de disputar el ascenso. A cambio, a partir de la temporada 1999/2000 se eliminó la promoción y se incrementó en uno (de dos a tres) el número de ascensos y descensos directos entre Primera y Segunda División por temporada
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